29 de septiembre de 2015

Escapada Milán- Venecia Día 3 y Día 4

Día 3
Este día teníamos "planeado" una excursión a dos islas muy cercanas a Venecia, la isla de Murano y la isla de Burano, ambas muy próximas la una a la otra, pero hay veces que los planes no salen como quieres. Como ya os comenté en Venecia había tanta gente que no pudimos disfrutar de la ciudad tanto como nos hubiera gustado. 
La verdad es que nos levantamos un poquito más tarde, tras acabar agotados del día anterior, y ya íbamos con un poco de retraso. Llegamos a la parada de bus y había unas 300 personas esperando      (¡Vale!, soy un poco exagerada, pero había tanta gente...), así pasó tardamos en coger el bus un buen rato, además de la gente que estaba esperando siempre venían llenos, ... 
Cuando conseguimos llegar a Venecia, ya era tarde para coger el vaporetto. La excursión se quedó en un mero plan. El día amaneció soleado, por lo que decidimos pasearnos por Venecia, intentar pasar a la Basílica de San Marcos, comernos unas ricas porciones de pizza acompañados con una buena Peroni, hacer fotografías de la ciudad con otra luz, etc. 









Como ya os he dicho comimos en el Antico Forno, es un local pequeño, más bien para llevar, cogimos nuestras pizzas, las cervezas y nos sentamos en la calle, ¡A disfrutar!. Las mejores pizzas que he probado en Italia, hay dos tipos de masa, nosotros probamos la masa fina.
No teníamos muchos tiempo, nuestro tren salía hacia Milán a las 16:32 y eran las 14:30. No sabíamos llegar a la Piazzale Roma para volver a coger el bus de regreso a Mestre, y sin mapa, pues imaginaros. 
Llegamos a tiempo al bus, cogimos nuestro equipaje y a la estación, nos dio tiempo a tomar un helado, mientras esperábamos el tren. Sin retraso y con puntualidad absoluta llegamos a Milán, queríamos llegar al hotel y salir a probar el aperitivi milanés, pero una vez más nuestro plan no salió. Se nos echó la hora encima y cuando íbamos en el metro, ¡Emergenza!. Cortaron la línea de metro en la estábamos, y nos bajamos en la parada de Porta Garibaldi, la zona del Corso Como también es bastante animada, pero estaba chispeando y tras dar una vuelta por la zona, entramos en el restaurante que estaba más lleno, suele pasar, ¿no?.
El restaurante elegido fue Pizzeria di Porta Garibaldi, y fue un gran acierto, estuvimos  bien atendidos y cenamos muy bien, no fue barato, pero todo estaba muy bueno. No podíamos perdernos ver Il duomo de noche. Es algo maravilloso, hay que verlo.


La noche que nos alojamos en Milán fue en el Ibis Milano Centro, la habitación pequeña, pero lo justo y necesario para dormir una noche. 
Día 4
Nuestra escapada empezaba bien tempranito. Teníamos hasta el mediodía para recorrer la ciudad, en nuestro primer contacto con ella sólo vimos: Piazza del Duomo, la catedral del Duomo, la Galleria Vittorio Emanuele II, y poquito más.
Lo primero fue ir a Il Duomo, subimos a la terraza panorámica. Me gustó mucho la experiencia, muy recomendable y por 7 eur, ¡está genial!, este precio es si subes por las escaleras. El precio si subes con el ascensor es de 12 eur. 
El castillo del sforzesco está muy cerquita de la catedral, dejándola a la espalda justo la calle de enfrente lleva hasta él. Actualmente, alberga un museo de arte y empezó a construirse en el siglo XIV. Al norte del castillo se encuentra el parque sempione, y el arco de la paz, hacía un día estupendo por lo que disfrutamos del parque. ¡Qué buen ambiente!, gente haciendo deporte, familias paseando, ... . Seguimos nuestra ruta hacia Santa María delle Grazie, no tiene mucho atractivo esta iglesia, si destacar que aquí se encuentra el Cenacolo Vinciano que es una de las pinturas más famosas del mundo. La última cena de Leonardo Da Vinci creada entre 1495 y 1497, sigue estando en su ubicación original, la pared del comedor del antiguo convento de los dominicos. No pudimos conseguir entradas, si tenéis opción de verlo, comprar las entradas online con mucha antelación. 
La Basílica  de Sant'Ambrogio me gustó mucho más. Es una de las iglesias más antiguas de Milán, su aspecto exterior es poco común, tiene dos torres de ladrillo de diferentes alturas, y el atrio(patio) es una maravilla. 
Como no habíamos visto la zona de Navigli de noche, la veríamos de día. La verdad es que es una zona recuperada y se nota. Es uno de los barrios con más encanto de la ciudad. A ambos lados del canal se encuentran numerosos restaurantes donde poder degustar la gastronomía italiana y como no su famoso 'aperitivi'. En el que pagas por una bebida alrededor de 10 eur y puedes comer aperitivos de un buffet, dependiendo del sitio la calidad y variedad cambia. 
Como ya conocíamos donde comer y además estaba cerca de nuestro hotel, repetimos comida en el restaurante maruzzella. Nuestro vuelo saldría sobre las 18.00 desde el aeropuerto Milán Malpensa, al que llegamos desde la estación central en el Malpensa express, se nos hizo largo el trayecto, pero el tren muy cómodo. El precio del billete fue de 12 eur por persona. 
Os dejo una muestra con algunas imágenes de ese día. 















Nuestra escapada a Milán- Venecia habría terminado, Milán me gustó bastante, es cierto que no se puede comparar a otras ciudades italianas, pero es una escapada muy recomendable. Ya se sabe que para gustos los colores, y a mí me gustan todos, jaja. Y Venecia, es Venecia, no hay palabras para describir tanta belleza, y ninguna ciudad es comparable a esta ciudad única. "Viajar es Vivir", ¡no lo olvidéis!.