Para empezar nuestro segundo día en la ciudad fuimos a tomar el desayuno a un sitio que nos había recomendado una amiga (Gracias Carmen!!). Además nos venía genial porque queríamos empezar la ruta por ahí. El sitio en sí se llama Confeitaria do Bolhao, justo en frente de la entrada al mercado do Bolhao. Es el mejor sitio para desayunar o merendar lo que prefiráis, pero creo que es visita obligada en Oporto. Nosotras repetimos porque nos atendieron genial, los pasteles buenísimos y el precio estupendo.
Después de espabilarnos un poquito tomando el café nos adentramos en el mercado do Bolhao, tengo que decir que soy una enamorada de los mercados/mercadillos y en mis viajes siempre voy a alguno. Éste en concreto me encantó, tiene esa mezcla de decadencia y encanto que hace que sea un lugar especial. En él se juntan los locales con los viajeros, los puestos de comida con los de souvenirs, los amantes de la fotografía con los compradores compulsivos... . ¡Hay de todo!.
Tras pasar un buen rato en el mercado nos fuimos a ver la Capilla de las almas. Tiene su fachada cubierta de azulejos blancos y azules, exactamente, unos 16.000. Es de estilo neoclásico y no suele ser muy frecuentada por turistas y la entrada es gratuita.
Al estar por la parte de arriba de la Rua de Santa Catarina aprovechamos para hacer un poco de shopping. Esta calle está muy animada porque además de tiendas, hay puestos callejeros, cafeterías, etc. , pero su local por excelencia es el Majestic café. Es una maravilla tanto por dentro como por fuera, no nos detuvimos mucho, sacamos alguna foto y seguimos hacia el puente de D. Luis, que en este momento lo cruzaríamos por arriba. Es toda una experiencia cruzarlo, ya que si tenéis algo de vértigo, es una odisea. Nosotras lo conseguimos, a duras penas. ¡Jajaja!. Aunque os aseguro que las vistas prometen y las fotos desde allí son geniales.
Llegamos a Vila Nova de Gaia andando, os digo esto porque también se puede bajar en funicular por el coste de 10 eur por persona por un viaje de 3 min. . Se nos había echado el tiempo encima, así que elegimos sitio para comer, esperamos un tiempo para una mesa y nos sentamos a disfrutar de la gastronomía portuense. Después de comer paseamos por la Avenida de Diogo Leite y la Avenida de Ramos Pinto. En esta zona es donde se encuentran las famosas bodegas del vino de Oporto, teníamos pensado hacer una visita a alguna de ellas, pero acabábamos de comer y lo que menos nos apetecía era esto, así que paseamos y nos relajamos disfrutando de las vistas que brinda esta orilla del río Duero.
Cruzamos de nuevo el puente esta vez por abajo para volver al hotel a descansar, pero por el camino fuimos haciendo diferentes paradas. La primera fue en la plaza da Ribeira que es una de las plazas más antiguas de la ciudad, en ella hay muchos bares y terrazas y por lo tanto siempre rebosa ambiente, aunque había tanta gente que resultó ser algo agobiante. Vimos el Cubo da Ribeira que está en el centro de la plaza y la estatua de San Juan Bautista que está empotrada en la pared de la Fonte da Praça da Ribeira.
La siguiente parada fue la iglesia de San Francisco. Es de estilo gótico con interior barroco. La entrada cuesta 4 eur, se puede pasar al museo y a las catacumbas. No nos llamó especialmente la atención, pero nos gustó mucho el exterior. En frente,se encuentra la iglesia de San Nicolau, de estilo clásico y barroco y de entrada gratuita.
El día había dado mucho de sí por lo que nos fuimos a descansar un poco y salimos a cenar...
¿Qué os ha parecido este segundo día? ¿Os gusta la ruta que hicimos?. Espero vuestros comentarios!!.
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